GRACIAS
El miércoles 5 de octubre la vida de nuestra familia cambió para siempre, nos todo despedir a mi esposa Elsa Cascallares, junto a mi hijo e hijas nos abrazamos en el dolor. Nunca estuvimos solos, familiares, amigos y compañeros de trabajo de todos estuvieron ahí. Estas palabras son de agradecimiento a todos los que nos acompañaron, las Dras Papa, Murua, Raymundo, Almendros, Argenti por estar pendientes. Al camillero Óscar Alvarez por el cariño de todos los días, al personal de mucamas, cocina, lavadero, esterilizacion, laboratorio, administrativos, ambulancieros y especialmente a las enfermeras y enfermeros de sala que ante el peor final solo tuvieron gestos de cariño, humildad, compasión y profesionalismo.
Seguramente el Hospital Rivadavia de Alvear le falte complejidad, pero créanme que lo que le sobra es humanidad.